jueves, 5 de julio de 2012

EL CIGARRO

Sí, este mundo es bien plano, para otros, una estupidez
Para mí, yo voy resignado, sin esperanza, a mi suerte
y para matar al tiempo, espero la muerte
Fumando, hasta por las narices, diez finos cigarrillos

Vayan, vivan, luchen, pobres futuros esqueletos
Para mí, yo, el meandro azul se eleva doblándose hacia el cielo
me sumerjo en un extasis infinito y me adormezco
como los perfumes que mueren en miles de inciensos.

Y así entro al paraiso florido de sueños claros
donde veo mezclarse en fantásticos valses
elefantes en celo con un coro de mosquitos.
Finalmente me despierto pensando en mis versos
y, con el corazón pleno de una dulce alegría,
contemplo mi pulgar quemado, como las garras de un cuervo negro...

(Traducción y adaptación por Abraham Rojas V.)

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