Hoy asesiné a una humano cerca al cubículo de mi ratonera. Regresaba de comer un poco de las sobras que botaban en la basura, evitando a
toda costa el contacto con el jabón Nivea y "shampu" HS. Eran
aproximadamente las 8 y 15 de la noche. Me encontraba en el baño y la primera
impresión que tuve al mirar a la humano fue algo similar al espanto. Muchas
veces había asustado a histéricas mujeres y tímidos chibolos , sin embargo la
experiencia de hoy fue diametralmente opuesta. El cabro, que salía desnudo de
la ducha, tenía una sonrisa muy prominente, demasiado para asemejarse a un
patético flete de parque. Sin embargo, más abajo, le colgaba algo parecido a un muñón. En realidad la tenía deforme, amputada, fue horrible. Aún así, asustado, decidí
asesinarla. Me trepé por su pierna izquierda, clavé profundamente mis dientes
en el pájaro y tras 10 minutos de terrible combate fui observando como iba desangrándose y desvaneciéndose la vida del humano. Antes de su último suspiro empecé a experimentar un poco de lástima.
Mis dientes
quedaron ensangrentados.
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